jue 23/08/2007 Pues bueno, a parte de que he visto la película y os la recomiendo, ayer por la mañana, al pasar por la terraza de Arguiñano, vi de reojo un gorrión posado sobre una sombrilla.
Algo me llamó la atención, no se el que... Tal vez que llevaba 5 días lloviendo, y lo vi allí quieto.
Me acerqué despacito, invadiendo el espacio vital de los que tomaban el aperitivo, e hice la maniobra que funciona con todas las aves de pasar el dedo bajo su buche, de manera que el pajarillo se me subió al dedo.
La gente que estaba en la terraza flipaba, jaja... se pensarían que era San Francisco de Asis con los pájaros o algo así, porque ponían unas caras...
Total, que vi que era una cría algo crecidita pero muerta de frío, y me la llevé a casa para que se secase y entrara en calor, recuperándose y volviendo en sí (como Bourne).
Así lo hice, estuve unas dos horas con él, le di de comer, de beber, jugué un rato con él, y me bajé al jardín.
Allí continuó subiéndose a mi hombro, cabeza, etc, y ya por fin voló.
Ay los pajarillos... :)
viernes, 24 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Jo, me ha encantado la historia y el final feliz, me gusta más esta foto que la de las palomas en el otro barrio... gracias a tí, ese gorrioncillo está volando pio pio.
hummm eso me ha pasado a mí en varias ocasiones...
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